Una caída frenó la confianza que empezaba a sentir hacia algo que no había hecho nunca. Humillación y dolor hicieron que mi mente se paralizara ante la posibilidad de volverlo a intentar. La frustración y el deseo de hacerlo lo empeoraban. Cada dia era un fracaso, cada día que lo intentaba y no podía me enfadaba conmigo misma. Por cobarde.
Y la misma pregunta una y otra vez, repetida hasta la saciedad: tu crees que algún día llegaré a hacerlo??? Ella podía haberme dicho, -pues no se, puede que si o puede que no-. Pero no dijo eso,no. Con la gran paciencia que la caracteriza decía: -claro que lo harás. Te lo digo yo-. Gracias a que no se hartó de mi inistencia algo se fue metiendo en mi cabeza y empecé a plantearme, a lo mejor es posible.
Mis preguntas ya cambiaban a: cuando saltaré a galope, aunque sea una cruzada?? Y las respuestas cambiaron también: -el próximo día lo harás-.
El resultado habla por si solo
Thanks :)
Por Sunsi Panadero Sanchis
No hay comentarios:
Publicar un comentario